El Cid
De los sos ojos tan fuertemientre llorando, tornava la cabeça e estávalos catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cañados, alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos, e sin falcones e sin adtores mudados.(3)
De los sos ojos tan fuertemientre llorando, tornava la cabeça e estávalos catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cañados, alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos, e sin falcones e sin adtores mudados.(3)